GESTALT Y HUMANISMO
La Gestalt es una terapia que tiene como objetivo, además de ayudar al paciente a sobreponerse a síntomas, permitirle llegar a ser más completa y creativa-mente vivo y liberarse de los bloqueos y asuntos inconclusos que disminuyen la satisfacción óptima, auto-realización y crecimiento personal.
Pertenece así, a la psicología humanista (o Tercera Fuerza), la cual se caracteriza por no estar enfocada exclusivamente a tratar a enfermos y las patologías, sino también para desarrollar el potencial humano.
La terapia Gestalt se enfoca más en los procesos que en los contenidos. Pone énfasis sobre lo que está sucediendo, se está pensado y sintiendo en el momento, por encima de lo que fue, pudo haber sido, podría ser o debería estar sucediendo.
Utiliza el método del darse cuenta, predominando el percibir, sentir y actuar. El paciente aprende a hacerse más consciente de lo que siente y hace. De este modo, va desarrollando su habilidad para aceptarse y para experimentar el «aquí y ahora» sin tanta interferencia de las respuestas fijadas del pasado.
Se prefiere usar el término «cliente» que «paciente», ya que un «paciente» es alguien enfermo que va a que otro le cure, mientras que «cliente» es un término más neutro, el cual sólo indica que es alguien que acude a la consulta del terapeuta. En esta terapia, el cliente es quien tiene que «auto-curarse», el terapeuta sólo le acompaña y le ayuda para que lo consiga, haciendo más bien una función de observador externo.
La Gestalt, en cuanto terapia tiene el objetivo de aumentar el auto-apoyo, en base a aumentar la conciencia del individuo en la responsabilidad que tiene en su propio bienestar. Esta actividad terapéutica se articula en torno a dos formas esenciales de trabajo:
El cierre de situaciones inconclusas del pasado (« Gestalt abierta»), en las que la persona se quedó bloqueada, debido a la interrupción del proceso natural.
Aumentar la conciencia de sí mismo, en las distintas áreas de percepción del sí mismo: las sensaciones, los pensamientos y los sentimientos. De este modo se logra incrementar la responsabilidad o capacidad de respuesta del individuo ante sus necesidades.
Se basa en:
El darse cuenta: consiste en que el paciente se da cuenta a través de lo que está sintiendo, pensando o haciendo. Para cambiar una conducta es imprescindible tomar plena consciencia de cuál es la función que cumple en la vida de la persona.
El aquí y ahora: vivir y sentir la realidad del presente de la persona, sin adjetivos. Para ello durante la terapia frecuentemente se recurre a la conciencia del propio cuerpo.
No interesa tanto investigar el por que (pasado), sino el cómo (presente).
Taller Gestalt